Álvaro Henriquez, cantante de la agrupación y compositor de la canción, cuenta que leyó una noticia sobre la muerte de un boxeador asesinado por el contrincante, falleciendo en el ring el día 20 de diciembre de 1991. Fue el último boxeador que muere en un combate de boxeo en Chile.
El boxeador se llamaba David Ellis, proveniente de la Pincoya, sector norte de Santiago. Ellis carecía de argumentos pugilísticos para transformarse en retador, por más que sólo se tratara de una pelea casera. Con 21 combates a cuestas, su record era pobrísimo, incluso para un medio ya venido a menos, como el chileno: sólo 3 victorias, 14 derrotas (5 de ellas por KO) y 4 empates. ¿Por qué se hizo, entonces ese combate?
Promotor de esa pelea titular fue René Haro, personaje poderoso de la zona. Abdenago Jofré quería combatir para tener dinero para las fiestas de fin de año y algo parecido debe haber pensado Ellis, contactado por el organizador. Hasta ahí, todo normal, porque para contar los eventuales retadores en el ranking nacional de la categoría sobraban los dedos de una mano, y porque las mismas tradicionales festividades desalentaban a cualquiera con el sólo hecho de pensar en lo que sería ese traslado hasta Coyhaique.
Partamos por decir, entonces, que los principales culpables de ese atentado al criterio hay que buscarlos en el seno de la Federación. Dirigida en la época por Miguel Moreno, el mayor error corrió por cuenta del entonces presidente de la Comisión de Boxeo Profesional, Alejandro Marincovich, que dio luz verde a la pelea. En segundo término, se encuentra la doctora oficial del organismo –Vivienne Bustos-, quien le dio el pase médico a un Ellis que claramente no estaba en condiciones físicas para afrontar un combate de 12 asaltos (36 minutos en total). La profesional no pudo haber ignorado que, poco antes de examinar a David Ellis, existía un electroencefalograma firmado por la doctora María Luisa Cordero que detectó en el pugilista secuelas de un TEC.
Tras el fallecimiento de Ellis surgió la versión de que, alrededor de la primera quincena de noviembre de ese año, el pugilista había sido golpeado en la cabeza con un objeto contundente luego que, como boxeador, había opuesto resistencia al asalto de que había sido víctima en La Pincoya, su barrio de siempre.
Y la guinda de la torta: como árbitro oficial por el título de Chile de los medianos ligeros fue designado el osornino Teodoro Ruiz, apodado el “Salchicha”, y que claramente carecía de la capacidad y el criterio para conducir un combate de esas características.
La pelea, además, tomó el rumbo menos recomendable, dadas las circunstancias. Se prolongó más allá de lo esperado y el castigo aplicado por Abdenago Jofré se fue multiplicando con el correr de los asaltos. El campeón, pugilísticamente hablando, no era un virtuoso ni mucho menos, pero poseía una pegada más que respetable que fue paulatinamente haciendo mella en el ya disminuido físico de Ellis.
Cualquier árbitro sensato habría detenido la pelea, decretando el nocáut técnico a favor de Jofré, pero Ruiz no lo hizo, abriéndole de par en par las puertas al drama que sobre el ring se cernía. Las versiones de los allí presentes esa noche infausta del 20 de diciembre de 1991 cuentan, incluso, que el rincón de Ellis en un momento –Fidel Aros- quiso tirar la toalla, pero que René Haro –el promotor de la pelea- se lo impidió.
En el penúltimo asalto, y viendo que ya no daba más, David Ellis levantó ambos brazos, en clara señal de abandono de la lucha, pero Ruiz desestimó el claro gesto, permitiendo que Abdenago Jofré descargara varios golpes más antes de detener el combate y levantarle la mano al coyhaiquino como vencedor.
Pero al contrario del panorama que muchos se formaron, de acuerdo a las imágenes y a los despachos de los informadores de la televisión, los presentes aquella noche en el Gimnasio Municipal de Coyhaique cuentan que David Ellis bajó del ring, hizo declaraciones a los medios de la zona, se metió a su camarín y se duchó para luego emprender rumbo hacia el asado que había programado el promotor René Haro. Así lo corrobora el veedor de la pelea, Sergio Miranda, quien contó luego que “íbamos caminando cuando me dicen que Ellis había vomitado en plena calle y que le dolía mucho la cabeza. Fue un dirigente quien lo llevó de urgencia al hospital, y sólo más tarde nos enteramos que había sido trasladado a Santiago, al Instituto de Neurocirugía”.
Información tomada de Entrevista de Alfredo Lewin a Alvaro Henríquez en Radio Sonar Diciembre 2022 y de un articulo sobre la noticia por Eduardo Bruna:
https://www.youtube.com/watch?v=KznWTe4Nxc8&t=5s
https://www.elagora.net/boxeo-a-30-anos-de-la-tragica-muerte-de-david-ellis/